martes, 29 de noviembre de 2016

Ejemplo de Ensayo argumentativo:

Título: La pena de muerte
“Los sucesivos hechos delictivos avanzan sobre la sociedad. Todos registrados por los medios de comunicación dan lugar al renacer de la opinión pública a favor de la legislación de la pena de muerte. Esta pena capital existe desde hace varias décadas en países donde sus comunidades concuerdan en considerar que se trata de un castigo acorde al daño provocado. Son muchos los sentimientos que afloran en la sociedad que avanza a favor de la pena capital: la sed de venganza, justicia por el daño provocado, el enojo y el dolor no les permite darse cuenta que la pena de muerte posee varios factores negativos y suficientes para pensar que no debería formar parte de la Constitución. Muchos pueden defenderla, sin embargo es preciso considerar factores que se contraponen a su aplicación.
El crimen pudo haber sido demostrado y por ello ser juzgado el delincuente. El delincuente cometió un crimen, la sociedad lo juzga a partir de señores formados para ello “los jueces”. Si el criminal es ejecutado debido a la aplicación de la pena de muerte, el tribunal toma una actitud que lo convierte también en un criminal. Sin dudas es una actitud con contradicciones, ya que el tribunal está sugiriendo implícitamente que ejecutar al prójimo es un hecho lícito como solución de problemas sociales, los cuales no se resuelven a partir de la ejecución de personas. De hecho con esta actitud parecería que regresamos a la prehistoria.
Quienes se encuentran a favor de la pena de muerte insisten en que es el mejor modo de intimidar, pero no consideran la insensibilidad de los criminales sobretodo los de alta peligrosidad que carecen de moral. El delincuente sabe que la muerte es uno de los riegos potenciales que corren cuando delinquen y matan. Sin embargo nada les intimidan como piensan las personas con buenos sentimientos y moral. Los crimines pasionales existen y en ese momento el criminal se enceguece con una conducta inconsciente, ya que no piensa en las consecuencias.
La pena de muerte es temida por personas de bien que al ser pacíficas, morales y honestas puedan verse involucrados en un crimen de forma circunstancial, tal como les puede suceder a los delincuentes ocasionales. Este crimen ocasional causado por circunstancia de la vida puede llevarles a ser ejecutados. La pena de muerte es un fracaso porque no protege al inocente, no respeta la civilización ni tiene capacidad de detener el accionar de los criminales (Edmund Brown)
La pena de muerte no es un acto ejemplificador. Muestra de ello son los crímenes q aún subsisten en los países donde es aplicada. Este castigo por cierto inhumano existe en varios de los estados de Estados Unidos sin poder demostrar la reducción de los índices de crímenes. Los sicarios son un ejemplo de falta de esperanza e insensatez, ya que la mayoría de ellos carece de esperanza de vida más allá de los 30 años, ninguno piensa en la vejez como posibilidad de vida. Con tales pensamientos es imposible creer que les puede intimidar la aplicación de la pena de muerte. Sin darle valor a la vida es imposible pensar que dejarían de ser criminales a sueldo.
Asimismo dada la imposibilidad de ser aplicada a menores de 18 años se corre el riesgo de que los sicarios contraten a los menores de edad para cometer los crímenes. En definitiva no existiría posibilidad de condenar a muerte a los verdaderos responsables e ideólogos.
No es posible dejar de lado la gran posibilidad de una investigación ineficiente por parte de los jueces, quienes sancionan y dictan la pena de muerte, a veces, tal como ya ha sucedido erróneamente sancionando como culpable a quien en realidad era inocente. La infraestructura judicial puede ser mejor o peor dependiendo de cada país, sin embargo ninguno de ellos se encuentra exento de cometer errores, ya que los jueces son seres humanos que como tales los pueden cometer.
En el año 1974 en un pub de Birminham explotó una bomba causando la muerte de 21 personas. Este hecho fue investigado por la justicia londinense, la cual condenó a 6 irlandeses por sospechados como miembros del IRA. Condenados a cadena perpetua, la justicia de Londres reconoció su error recién al comenzar el año 1991. Durante todo este tiempo, los condenados sufrieron torturas de todo tipo, sin que la justicia londinense pueda aún dar con los verdaderos responsables de aquel ataque.
Si a estos seis sospechosos irlandeses se les hubiese aplicado la pena de muerte considerándola como castigo justo por el aberrante hecho que supuestamente habían cometido, no existiría posibilidad de que los jueces retrocedan reconociendo su error.
Si un imputado puede ser condenado erróneamente a la pena de muerte en un país con una infraestructura jurídica y criminalmente sólida, en países sin esta característica ocurrirían hechos peores.
Asimismo en el pensamiento de la pena de muerte como el castigo justo al criminal prevalece un sentimiento de venganza por sobre el objetivo de evitar que continúen los asesinatos.
Así como matar a quien mata, se podría pensar en otorgarle proporcionalidad a la pena en cuanto a delitos cometidos contra el medio ambiente, violar a quien violó, quemar la casa de un piro maníaco y en definitiva se estaría aplicando en nuestra época la ley del Talión. De todos modos no significa tolerar ni aceptar los hechos criminales sino mantener en alto los propios valores que se sobreponen a los del condenado. La venganza llevada a cabo por el estado es repudiable.
Las causas de la criminalidad no se reducen con la pena de muerte. Los problemas que deberían ser extirpados de raíz son la desigualdad social, la injusticia social, las tierras que no son trabajadas pero que perteneciendo a una elite no permiten que el campesino pueda cultivarlas y trabajar en ellas. El estamento gubernamental presenta un desidia que de continuar de este modo será imposible que se pueda reducir la criminalidad del modo que la sociedad lo necesita. La pena de muerte puede ser una decisión amenazante para el delincuente, pero de ningún modo extirpará de raíz las causas por las que se comenten los crímenes”

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